Show sin límites

Jade Goody, ex concursante del Gran Hermano británico, y otros programas de televisión, moría el 22 de marzo de 2009 en su casa de Essex, con 27 años, tras convertir su vida y su enfermedad en un show mediático. Cuando los médicos le comunicaron que padecía un cáncer terminal, decidió vender su enfermedad a los medios, para dar el dinero a sus dos hijos de 4 y 5 años. Su enfermedad fue grabada y retransmitida en todas sus fases.

Cuando participaba en Gran Hermano, vertió insultos racistas sobre la actriz india Shilpa Shetty, lo que llegó a mover las relaciones diplomáticas entre Gran Bretaña e India. Más tarde, como disculpa, aceptó participar en la edición india de Gran Hermano. Fue entonces cuando detectaron su cáncer. Tras todo lo ocurrido, Goody se convirtió en uno de los personajes más populares del país. Tanto es así, que al conocer la noticia del fallecimiento, el primer ministro británico, Gordon Brown, he emitido un comunicado lamentando su muerte pues era “una mujer valiente en la vida y en la muerte". "Todo el país admiraba su determinación para asegurar el futuro de sus hijos".

La joven vendió todo lo referente a su vida mientras pudo. El 21 de febrero contrajo matrimonio con Jack Tweed, pendiente de una sentencia judicial por agredir a un taxista, vendiendo la exclusiva de la boda por alrededor de un millón de euros. Dos semanas después, decidió vender su ceremonia de bautismo, en la que incluyó a sus hijos, fruto de una relación con el presentador Jeff Brazier. La ceremonia se realizó en el hospital Royal Marsden de Londres, debido al precario estado de salud de la popular Goody. Pocos días después de esta ceremonia, sería trasladada a su casa siguiendo su voluntad de morir allí.

Vídeo 1. Fragmento de la boda de Jade Goody.

Alabada por muchos debido a su valentía, criticada por otros por razones éticas o morales, lo que no cabe duda, es que la británica es un fiel reflejo de hasta dónde llegan hoy en día los medios, y en particular la televisión, para beneficiarse del show.